Diego María Rivera originario de Guanajuato, (1886 - 1957) fue un destacado muralista mexicano de ideología comunista, famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos.
Frescos monumentales en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, cubren los muros del cubo de la escalera principal y los de los corredores del primer piso.
Sólo Diego Rivera pudo proponer tantas imágenes, narraciones, rostros, cuerpo de los héroes, doblaje en las vestimentas, colores de ojos, posiciones de brazos, armas, manos, utensilios, peinados, miradas. La enorme superficie lleva de la mano al espectador para penetrar en la historia de México.
Los murales representan la hegemonía del movimiento muralista de México sobre la producción pictórica del país y del mundo durante un largo lapso de dos décadas.
Fue invitado a los Estados Unidos para la realización de diversas obras, donde su temática comunista desataría importantes contradicciones, críticas y fricciones con los propietarios, el gobierno y la prensa estadounidense.
Las más destacadas pinturas de Rivera en aquel país se encuentran en el San Francisco Art Institute -Escuela de Arte de San Francisco- así como en el Instituto de Artes de Detroit.
Hacia 1933, se da uno de los sucesos más controvertidos en su vida. Cuando el industrial John D. Rockefeller Jr. contrata a Rivera para pintar un mural en el vestíbulo de entrada o "lobby" del edificio RCA en la ciudad de Nueva York. Este era el edificio principal de un conjunto de construcciones que se habría de denominar como Rockefeller Center.
El edificio, situado en Fifth Avenue, una de las avenidas más famosas, se posicionaba como uno de los emblemas más importantes del capitalismo.
Desde finales de la década de 1930, Rivera se dedicó a la pintura del paisaje y retrato. En sus últimas pinturas desarrolló un estilo indígena y social, que obtuvo una gran popularidad. El proyecto más ambicioso y gigantesco de Diego, un mural épico de la historia de México para el Palacio Nacional, quedó inconcluso tras su muerte en la Ciudad de México el 25 de noviembre de 1957.
Diego Rivera, en formas simplificadas y con vivo colorido,
rescató bellamente el pasado precolombino, al igual que los momentos más
significativos de la historia mexicana: la tierra, el campesino y el
trabajador, las costumbres y el carácter popular.
La contribución de la obra de Diego Rivera al arte mexicano
moderno fue decisiva en murales y en pinturas de caballete, sino que fue un
pintor revolucionario que buscaba una manera de llevar el arte al gran público,
a las calles y los edificios, el manejo de una precisa y el lenguaje directo
con un estilo realista, pleno de contenido social.
Paralelamente a su esfuerzo creador, Diego Rivera desplegó
actividad docente en su país, y reunió una magnífica colección de arte popular
mexicano.
BIOGRAFÍA ARTÍSTICA DE DIEGO RIVERA
En Liberación del peón, Rivera desarrolló una narrativa
aterradora sobre el castigo corporal. Un labriego, golpeado y abandonado a su
muerte, es descendido de un poste por soldados revolucionarios comprensivos,
que atienden este cuerpo quebrado. El peonaje —sistema de servidumbre a sueldo
establecido por los colonizadores españoles para forzar a los indios a trabajar
la tierra— persistió en México aún en el siglo XX. El mural presenta la injusticia de las
condiciones sociales y económicas que prevalecieron como justificación de la
Revolución mexicana.
BIOGRAFÍA DE DIEGO RIVERA:
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