Conocer México supone internarse en espesos bosques lluviosos, pasear por playas tropicales, atravesar vastos desiertos y ascender a volcanes coronados por la nieve, recorrer las calles para conocer las ruinas de las antiguas civilizaciones y conurbaciones modernas, es un atractivo turístico interesante. México se revela como un gran mosaico de culturas, gastronomía, paisajes, hábitats, artesanías, músicas, tesoros artísticos y acontecimientos históricos.
En los últimos años y gracias al desarrollo del turismo ecológico y de aventura es grato para el visitante disfrutar del senderismo por quebradas remotas, contemplar ballenas o flamencos, subir a los volcanes, bucear en aguas colmadas de peces exóticos, llegar en bicicleta hasta apartadas aldeas indígenas o navegar en kayak por los abundantes ríos o hasta las islas costeñas.
El consolidado prestigio de México como destino turístico no ha perdido sus encantos. Sus litorales pacífico y caribeño abrigan cientos de playas, no solamente Cancún, Los Cabos, Mazatlán, Puerto Vallarta, Ixtapa, Zihuatanejo y Acapulco las cuales son conocidas en los folletos de las agencias, sino otros tantas donde se goza de una incomparable belleza natural, rincones donde se puede alquilar alguna cabaña con techo de paja, o bien una sencilla hamaca y gozar del sol, del mar, la buena comida y el amable trato de nuestra gente.
Repartidos por el País, se guardan un sinfín de fascinantes yacimientos arqueológicos:
Teotihuacan, El Tajín, Monte Albán, Palenque, Chichén Itza, Uxmal, Coba, por citar algunos. Fruto del periodo colonial, México conserva muchas ciudades cargadas de historia y embellecidas por edificios centenarios, plazas donde borbotean las fuentes: Zacatecas, Álamos, San Miguel de Allende, Guanajuato, Puebla, Taxco, Cuernavaca, Pátzcuaro, Oaxaca, San Cristóbal de las Casas, Veracruz, Mérida… etc.
En los últimos años y gracias al desarrollo del turismo ecológico y de aventura es grato para el visitante disfrutar del senderismo por quebradas remotas, contemplar ballenas o flamencos, subir a los volcanes, bucear en aguas colmadas de peces exóticos, llegar en bicicleta hasta apartadas aldeas indígenas o navegar en kayak por los abundantes ríos o hasta las islas costeñas.
El consolidado prestigio de México como destino turístico no ha perdido sus encantos. Sus litorales pacífico y caribeño abrigan cientos de playas, no solamente Cancún, Los Cabos, Mazatlán, Puerto Vallarta, Ixtapa, Zihuatanejo y Acapulco las cuales son conocidas en los folletos de las agencias, sino otros tantas donde se goza de una incomparable belleza natural, rincones donde se puede alquilar alguna cabaña con techo de paja, o bien una sencilla hamaca y gozar del sol, del mar, la buena comida y el amable trato de nuestra gente.
Repartidos por el País, se guardan un sinfín de fascinantes yacimientos arqueológicos:
Teotihuacan, El Tajín, Monte Albán, Palenque, Chichén Itza, Uxmal, Coba, por citar algunos. Fruto del periodo colonial, México conserva muchas ciudades cargadas de historia y embellecidas por edificios centenarios, plazas donde borbotean las fuentes: Zacatecas, Álamos, San Miguel de Allende, Guanajuato, Puebla, Taxco, Cuernavaca, Pátzcuaro, Oaxaca, San Cristóbal de las Casas, Veracruz, Mérida… etc.
Los museos y pinacotecas ostentan categoría internacional, no sólo el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México y tantos otros museos arqueológicos de primer orden, sino también las que fueron residencias de artistas como Frida Kahlo y Diego Rivera o personajes que hicieron historia como Hernán Cortés, León Trotsky y Pancho Villa, sin olvidar curiosidades como el Museo de las Momias de Guanajuato (una colección de cadáveres exhumados en el cementerio municipal) y el Museo Rafael Coronel de Zacatecas (donde se expone un asombroso muestrario de más de 2,000 máscaras utilizadas en danzas y rituales).
Las infinitas cadenas montañosas que cruzan el territorio han propiciado desde siempre que los numerosos pueblos que lo han habitado emprendieran destinos diferentes. Aquí florecieron siglos atrás grandes culturas e imperios, como los olmecas, los mayas y los aztecas cuyos descendientes directos (más de 50 comunidades indígenas, cada una con lengua propia) preservan hoy su identidad entre la mayoría mestiza y pese al incesante proceso de modernización. Tradición y progreso conviven de un extremo a otro de esta nación donde la pesca, la agricultura, los viejos telares y la cerámica artesanal tienen su sitio junto a las fábricas, los avances del transporte y las comunicaciones.
Aunque las autopistas, la televisión, los teléfonos móviles e internet acercan a la gente, el hecho de ser mexicano continúa significando algo muy distinto para cada uno de los diversos pueblos asentados en las regiones que conforman el País.
Las infinitas cadenas montañosas que cruzan el territorio han propiciado desde siempre que los numerosos pueblos que lo han habitado emprendieran destinos diferentes. Aquí florecieron siglos atrás grandes culturas e imperios, como los olmecas, los mayas y los aztecas cuyos descendientes directos (más de 50 comunidades indígenas, cada una con lengua propia) preservan hoy su identidad entre la mayoría mestiza y pese al incesante proceso de modernización. Tradición y progreso conviven de un extremo a otro de esta nación donde la pesca, la agricultura, los viejos telares y la cerámica artesanal tienen su sitio junto a las fábricas, los avances del transporte y las comunicaciones.
Aunque las autopistas, la televisión, los teléfonos móviles e internet acercan a la gente, el hecho de ser mexicano continúa significando algo muy distinto para cada uno de los diversos pueblos asentados en las regiones que conforman el País.
Dando a conocer la cultura, gastronomía, arte y folkclore mexicano, promoviendo el turismo en México.
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“SECRETARIA DE TURISMO”
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“DESTINOS TURISTICOS”
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“TURISMO-BAJA CALIFORNIA”
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