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*** HALLAZGOS IMPORTANTES EN EL TEMPLO MAYOR **



"Descubren un Tláloc y su altar"

En la publicación anterior hable del templo mayor, sin imaginarme el gran hallazgo que han hecho los arqueólogos mexicanos trabajando en las inmediaciones del Conjunto Ajaracas. Esculturas importantes que abren nuevas rutas de investigación, nuevas fuentes para conocer aún más sobre nuestros antepasados.

No sé todavía mucho al respecto, me informaré junto con ustedes sobre el tema, ya que es muy reciente este importante descubrimiento que abrirá puertas para mucho turismo a nuestro País. Los periódicos han dado cada uno sus versiones, pero la que mas me ha llamado la atención es el de ”LA CRÓNICA” que expongo en el siguiente texto.



El arqueólogo Alvaro Barrera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que especialistas de esta institución realizaron en el Conjunto Ajaracas —frente al Museo del Templo Mayor— los descubrimientos arqueológicos más importantes de los últimos 28 años: una escultura monumental y un altar prehispánico; hallazgos sin precedentes entre las estructuras arquitectónicas de la cultura mexica.
Junto con el monolito fue encontrado un altar de piedra. Barrera resaltó que es un altar mexica único en su tipo, en virtud de que tiene dos frisos adosados, uno de los cuales representa al dios Tláloc y el otro a una deidad relacionada con la agricultura y que corresponde a la etapa constructiva IV (1440-1469).
Los hallazgos, dijo, fueron hechos por arqueólogos mexicanos que trabajan en las inmediaciones del Conjunto Ajaracas, en el Centro Histórico de esta ciudad.
Es “una escultura de poco más de 3.50 metros de largo”, de la que aún se desconoce su ancho pero que podría tener forma cuadrada o rectangular y que correspondería a la etapa constructiva siete (1502-1521), cuando gobernaba Moctezuma II, en la época de contacto con los españoles.
La pieza, aclaró Barrera, fue elaborada en piedra rosa andesita, al igual que la de la diosa lunar, y se encuentra labrada, “muy posiblemente de toda su parte superior”, mientras que en la parte inferior se encontró una oquedad que podría corresponder al sitio donde fue localizada una ofrenda.
El descubrimiento, hecho en el marco de los trabajos que lleva a cabo el Fideicomiso del Centro Histórico en coordinación con el Instituto de Antropología e Historia (INAH) y el Programa de Arqueología Urbana (PAU) fue ubicado justo frente al antiguo Templo Mayor mexica, donde se encontraba el adoratorio a Tláloc, por lo que los especialistas aventuran que pudiera estar dedicado al dios de la lluvia.
El monolito, que se espera pueda ser liberado en la siguiente semana, “probablemente sea cuadrado o rectangular, actualmente se observa sólo uno de sus costados y como se puede notar, toda la parte superior debe estar labrada, cuando lo liberemos veremos qué representa, pero es una escultura que fue colocada desde la época prehispánica y en la parte interior presenta una oquedad”.
Al lugar del descubrimiento acudió el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Alejandro Encinas, quien ofreció al director del INAH, Luciano Cedillo, todo su apoyo tanto económico como logístico en los trabajos y en la construcción de tres ventanas arqueológicas de accesos al público: dos en la calle de Argentina y una más en la de Moneda.

En el altar, el dios de la lluvia y una deidad de la agricultura
El arqueólogo responsable del proyecto, Alvaro Barrera, aclaró que lo interesante del altar “es que tiene adosados esos dos frisos, uno de ellos representa a Tláloc y el otro a un personaje que alude al rito agrícola y viene a ser la primera estructura mexica con este tipo de esculturas empotradas en el muro, es la primera que se localiza en todo lo que fuera el centro ceremonial de México-Tenochtitlan”.
El descubrimiento, dijo, “es el primero que localizamos con estas características y tiene muy buena calidad, son esculturas que muy bien representadas con todos sus atributos bien tallados”. Fuera de ésta fue depositado un altar con una ofrenda con 240 piezas de caracolas y conchas de mar y cuatro y restos de copal.
Los altares mexicas, recordó, “generalmente eran cuadrados, algunos de ellos tienen aspectos por sus cuatro lados, y definitivamente eran frecuentados por sacerdotes”.
Separados por un metro 24 centímetros, en el lado sur se encuentra la figura relacionada con la agricultura (de 30 por 37 centímetros), mientras que el Tláloc del lado norte (32 x 34 centímetros) presenta “todos los atributos de este dios: tocado, pendientes, collar y en las manos llevan probablemente cetros, tiene sus anteojeras y sus colmillos como todas las representaciones” del dios de la lluvia”.

Esperando que la noticia de este descubrimiento atraviese fronteras, sobre todo porque es una parte importante para la Historia de nuestro País.

1 comentario:

Eleonaí dijo...

Hola Martha Inés:

Sin duda éste es un gran hallazgo arqueológico. Cuantos secretos más se guardaran de la vista, enterrados bajo los actuales edificios del centro histórico de la ciudad de México.